La mejor manera de saber el tipo de refracción o problema visual que se tiene es acudiendo a hacerse un examen de la vista con un experto optometrista, pero en caso de que tengas dudas acerca de los padecimientos más comunes, aquí te dejamos algunas características y síntomas para que los identifiques: 

Miopía: Es la afección en la que vemos los objetos cercanos de manera clara pero todo lo que está lejos no lo "enfocamos" correctamente esto debido a la luz de un objetivo lejano queda enfocada por delante de la retina, en vez de sobre ésta.  

Algunos síntomas son:
• Visión borrosa, especialmente al enfocar objetos lejanos.
• Entrecerrar los ojos para mejorar la visión de lejos.
• Buena visión cercana.

Hipermetropía: Es un trastorno común de la vista en la que puedes ver claramente objetos distantes, pero los objetos cercanos pueden resultar borrosos. Suele comenzar desde la infancia y la progresión se estabiliza en la adolescencia o en la vida adulta y la graduación necesaria para corregirlo puede ser diferente en cada ojo.

Algunos síntomas son:
• Ver borrosos los objetos cercanos.
• Entrecerrar los ojos para ver con claridad.
• Vista cansada después de realizar tareas que exigen fijar la vista como leer,
escribir, dibujar o trabajar en la computadora durante un largo tiempo.

Astigmatismo: Ocurre cuando la cornea o el cristalino de nuestro ojo tiene una forma anormal. Esto hace que la luz se curve de forma distinta cuando entra al ojo causando un error de refracción causando una visión borrosa o distorsionada. Este puede ir acompañado de miopía o hipermetropía y la graduación necesaria para corregirlo puede ser diferente en cada ojo.

Algunos síntomas son:
• Visión borrosa de objetos cercanos y lejanos.
• Necesidad de entrecerrar los ojos para poder ver claramente.
• Dolor de cabeza y/o fatiga ocular.
̉• Dificultad para ver claramente de noche.